(Mis margaritas! Las que un día plantamos juntos y ahora que ya no queda
nadie en Dénia... estarán secas en aquel balcón... o tal vez la lluvia haya hecho el milagro)
Música: Grano de arroz (M.Ubal y E.Darnauchans) por Eduardo Darnauchans
Las margaritas abarcaron todo el jardín, primero fueron como un arroz dorado, luego se abrían de verdad, eran como pájaros deformes, circulares, de muchas alas en torno de una sola cabeza de oro o de plata. Las margaritas doradas y plateadas quemaron todo el jardín. Su penetrante perfume a uva nos inundó, el penetrante perfume a uva, a higo, a miel de las margaritas quemó toda la casa.
Por ellas nos volvíamos audaces, como locos, como ebrios e íbamos a través de la noche, del alba, de la mañana, por el día cometiendo el más hermoso de los pecados, sin cesar.
2 comentarios:
Que seria
de patios y jardines
sin las margaritas....
Que creceria
entre claroscuros y verdores
entre fuentes y surtidores...
A quien le
preguntaria
si me quieres mucho,
poquito,
o nada...
muy lindo esto que escribe esta mariposa que revolotea por estos jardines.
Publicar un comentario